Ciudad de México, 17 de agosto (SinEmbargo).- A pesar de haber sido la primera entidad en el país en aprobar el matrimonio entre personas del mismo sexo, la población gay, junto con los indígenas y los “morenos” son de los más discriminados en el Distrito Federal, principalmente, en centros de trabajo y por autoridades, así lo reveló la Encuesta sobre discriminación en la Ciudad de México 2013 (EDCM 2013), presentada esta semana.
“Existe mucha discriminación en el Distrito Federal considerando que su calificación es de 7.2, donde 10 significa que existe mucha discriminación y 0 representa que no existe”, destaca la EDCM 2013 como parte de sus principales resultados.
Después de los indígenas, los homosexuales y las personas de piel morena, los grupos más discriminados son los pobres, los adultos mayores, quienes hablan una lengua distinta o tienen un acento diferente, las personas con VIH-SIDA, aquellos que tienen alguna discapacidad, las lesbianas y las personas de estatura baja.
Un 32% de los encuestados dijo que alguna vez ha sido discriminado en el trabajo, la calle, una institución pública, la escuela y/o el transporte público. De ellos, 42% no hizo nada, 8% ignoró a quien lo discriminó, 6% se retiró del lugar donde ocurrió el incidente, 4% lo denunció y 3% se molestó mucho y se fue.
El jueves, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) denunció los “altos niveles de violencia y discriminación” que sufren los jóvenes homosexuales en toda América, incluyendo México, y el asesinato de 23 transexuales y 15 homosexuales el mes pasado en el continente.
En un comunicado, la CIDH aseguró que en julio recibió denuncias de nueve asesinatos de personas transexuales o “percibidas como tales” en Brasil, cuatro en Honduras, dos tanto en Colombia como en Perú y en México; y una en Estados Unidos, Venezuela, Paraguay y Jamaica, respectivamente.
Las campañas contra la homofobia en la Ciudad de México ya han llegado a plataformas de alcance mundial como Change.org donde, desde mayo pasado, un joven mexicano que fue detenido por miembros de la policía del Distrito Federal “por andar de puto”, lanzó una petición en contra de la discriminación por preferencia sexual.
“Jonathan”, como se hace llamar el promotor de la inicitiava, es propietario de una empresa de recursos humanos que beneficia a grupos vulnerables de discriminación y junto con la campaña, impulsa una serie de recomendaciones para capacitar a los servidores públicos de la capital del país en materia de tolerancia y no discriminación.
En el Código Penal de la capital, la discriminación es considerada un delito, el cual es penado de uno a tres años de prisión o de 25 a 100 días de trabajo en favor de la comunidad, y multa de 50 a 200 días de salario mínimo. Pese a esos cambios legales, la discriminación no cesa.
MANUAL PARA AUTORIDADES
La propuesta de manual de reclutamiento de Jonathan, dirigida al Jefe de Gobierno capitalino, Miguel Ángel Mancera, consta de tres puntos:
1. Un reclutamiento y selección del personal de seguridad pública que incluya pruebas necesarias para certificar que son personas aptas para el puesto y no personas homofóbicas.
2. Capacitaciones y talleres de sensibilización constantes en tolerancia, derechos humanos y diversidad de género a la policía de la Delegación Cuauhtémoc.
3. Para saber que la policía ya recibió este entrenamiento, deberán portar alguna insignia que demuestre que están capacitados y sensibilizados en temas de diversidad de género. Sugerimos una bandera arcoíris.
“Es importante que la gente vea que puede luchar por sus derechos, que no tengan miedo, porque muchas veces ésta gente está donde está por miedo, creen que por el miedo que les tenemos no les va a pasar nada, se sienten inmunes a seguir cometiendo sus acciones”.
Jonathan fue detenido el 15 de marzo a las 4:30 de la madrugada por las calles del centro de la Ciudad de México, en la delegación Cuauhtémoc, “se me acercó una patrulla para preguntarme qué estaba haciendo a esa hora y si había tomado. Yo les contesté que sí, pero que no estaba haciendo nada malo. Aún así me obligaron a subirme, y cuando yo les dije que no tenían ningún motivo para hacerlo, me respondieron: ‘por andar de puto’. Ante esto yo reaccioné diciéndoles que los denunciaría por la arbitrariedad de la detención, así como por el acto discriminatorio, y les exigí que me bajaran de la patrulla. Ellos me mencionaron que para dejarme ir, les tenía que dar sexo oral”.
Al negarse, fue llevado a los separos, donde fue golpeado en distintas ocasiones a tal grado que fue necesario llevarlo a un hospital. Tras ser liberado perdió parte de sus pertenencias como su teléfono celular y el dinero que había en su cartera.
Actualmente, en 7 países ser homosexual se castiga con pena de muerte, en 75 países es delito, sólo en 58 países se protege a las personas lésbico, gay, bisexual, transgénero (LGBT).